Abstracto:
Azadirachta indica, también conocida como neem, se encuentra comúnmente en muchos países tropicales y semi tropicales como India, Pakistán y Bangladesh. Los componentes extraídos de la planta de neem se han utilizado en la medicina tradicional para la cura de múltiples enfermedades, incluido el cáncer durante siglos. Los extractos de semillas, hojas, flores y frutos de neem han mostrado consistentemente efectos quimiopreventivos y antitumorales en diferentes tipos de cáncer. La azadiractina y el nimbolide se encuentran entre los pocos componentes bioactivos en el neem que se han estudiado extensamente, pero se justifica la investigación sobre una gran cantidad de componentes bioactivos adicionales. Los principales efectos anticancerígenos de los componentes de neem sobre células malignas incluyen la inhibición de la proliferación celular, la inducción de la muerte celular, la supresión de la angiogénesis cancerosa, la restauración del equilibrio de reducción / oxidación celular (redox) y la mejora de las respuestas inmunes del huésped contra las células tumorales. Si bien los mecanismos subyacentes de estos efectos son poco claros, la supresión de la vía de señalización de NF-?B está, al menos parcialmente, involucrada en las funciones anticancerígenas de los componentes de neem. De manera importante, los efectos antiproliferativos e inductores de la apoptosis de los componentes de neem son selectivos de tumores ya que los efectos sobre las células normales son significativamente más débiles. Además, los extractos de neem sensibilizan las células cancerosas a la inmunoterapia y la radioterapia, y mejoran la eficacia de ciertos agentes quimioterapéuticos contra el cáncer. Esta revisión resume las actualizaciones actuales sobre los efectos anticancerígenos de los componentes de neem y su posible impacto en el manejo de la incidencia y el tratamiento del cáncer.
